Colegas de los que avergonzarse: un ex oficial de policía en el ajuste de scooter

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Colegas de los que avergonzarse

Recientemente vi la televisión. "Vida de aventuras" en el cable uno. ¿De camino con la policía de tránsito de ...? Olvidé el estado. La escena me resulta familiar por mi anterior ocupación como policía de tránsito: un oficial de prisiones discretamente obeso con el aparentemente obligatorio bigote de cliché y de muy, muy mal humor se encuentra al lado de la carretera junto a un joven intimidado cuyo scooter está siendo probado en un Dinamómetro móvil de rodillos. Chirriando ruidosamente, el motor de dos tiempos de los años 50 gira hasta alrededor de 100 km / h según la pantalla del banco de pruebas. Los posteriores descarrilamientos verbales de mi colega son tan desproporcionados que no me sorprendería que inmediatamente sacara su arma y la acerque a la cabeza del tembloroso muchacho. ¡Qué imbécil altivo y arrogante! Casi todos los que ven algo como esto en la televisión probablemente piensan de esa manera. Lo cual no es nada nuevo en sí mismo. Como conductor responsable, uno se ha acostumbrado mientras tanto a ser azotado verbalmente por no abrocharse el cinturón.

Sin embargo, te molesta una y otra vez, incluso a mí, o mejor, especialmente a mí. Los déficits de carácter de los “amigos y ayudantes” se muestran abiertamente y frente a la cámara, aparentemente sobremotivados, de la forma más patética. Gran publicidad para la policía. El hecho de que el oficial de policía actúe legalmente no excusa tal comportamiento. No eres una mala persona si te peinas con tu scooter. A lo sumo eres una persona desordenada. Y creo que esa es una diferencia esencial. Y de todos modos, ¡qué scooter tan genial es ese! Tengo muchas ganas de hacer una vuelta con algo así. El chico aparentemente tiene gran talento de destornillador. O sus amigos. O su tío. O su papá. O todos ellos. Para hacer un vehículo más rápido, mejor, eso debería ser reconocido. Este potencial es valioso, nuestra sociedad, nuestro país y nuestra economía se basan en él. En cambio, hay ira y represalias, leyes de delitos administrativos y una reducción en la frustración de los funcionarios individuales. Por supuesto, el chico conduce más rápido de lo permitido. La mayoría de nosotros hacíamos eso cuando éramos jóvenes. Solo tenemos que profundizar o profundizar en nuestras cajas de memoria. ¿Dónde estarían los Rossis, Capirossis o Simoncellis de este mundo si los amargados Carabinieri hubieran confiscado sus cajas?

Para abreviar una larga historia: me gustaría aprovechar esta oportunidad para apoyar a los jóvenes destornilladores y jóvenes sintonizadores. Chicos, no se dejen intimidar. No tienes que escabullirte por el área a la velocidad de una bicicleta, los honorables caballeros de nuestra sociedad tampoco hacen eso con sus cuerpos premium de dos toneladas. Tienes que pensar, por supuesto, porque eres responsable de tu comportamiento. Pero no dejes que el entusiasmo, la pasión y los momentos de felicidad asociados con ello te sean robados por doble moralistas hastiados en uniforme. ¡Manténganse al tanto!

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